El Gobierno del presidente Nayib Bukele trabaja decididamente en la creación de un entorno económico y social que sea dinámico, seguro, moderno e inclusivo para los salvadoreños.
En este contexto, el Secretario de Comercio e Inversiones, Miguel Kattan, junto a la Ministra de Economía, María Luisa Hayem, lideran la “Evaluación de Necesidades Post Desastres”, que medirá el impacto macroeconómico y humano tras el paso de las tormentas tropicales Amanda y Cristóbal, y partiendo de la coyuntura que nos impone la pandemia Covid-19. A partir de este análisis se definirá la estrategia de recuperación a corto, mediano y largo plazo, con el objetivo de reducir las vulnerabilidades del país ante futuros desastres naturales.
En el estudio participarán representantes de 15 instituciones públicas, sector privado y academia, bajo la coordinación de la Unión Europea, el Banco Mundial y la Organización de Naciones Unidas para el Desarrollo.
De acuerdo con la Ministra Hayem, el objetivo de esta evaluación es identificar acciones que deben de ejecutarse para mitigar el impacto negativo, en términos de vidas, productividad, e infraestructura, ante futuros desastres naturales, además de identificar los sectores a los que se debe apoyar en mayor medida en la nueva realidad del país.
Entre los sectores incluidos en esta investigación se encuentran: agricultura, comercio, industria, turismo, vivienda, educación, salud, cultura, infraestructura social y comunitaria, electricidad, agua, transporte y telecomunicaciones.
La Evaluación de Necesidades Post-Desastres (PDNA, por sus siglas en inglés) es una herramienta global impulsada por la declaración conjunta sobre la Evaluación Post-Crisis y la Planificación de la Recuperación de 2008, firmada por la Unión Europea, Banco Mundial y la Organización de Naciones Unidas para el Desarrollo, quienes desarrollaron la metodología de forma conjunta. El enfoque se basa en un análisis de contexto, en el que se contrasta las condiciones previas y post desastre, para determinar los costos estimados y los efectos de las tormentas a nivel sectorial y áreas transversales, para en una segunda etapa de la evaluación obtener los resultados sobre el impacto humano y macroeconómico; ello será la base para la definición de las principales necesidades país y la construcción de la estrategia de recuperación y su plan de implementación.
Esta iniciativa se suma a los esfuerzos de reestructuración de planes y estrategias de Gobierno, para adaptarse a la nueva realidad que nos impone la pandemia causada por el COVID-19. Además, contribuirá a la identificación de zonas vulnerables para la prevención temprana de desastres naturales.
Para el Órgano Ejecutivo, es importante trabajar en la preparación y mitigación de desastres, puesto que la buena administración de los recursos naturales renovables y la toma de decisiones basada en análisis y uso de metodologías, son claves para sumar al crecimiento económico resiliente, sostenido e inclusivo, brindando seguridad alimentaria y reduciendo brechas sociales.